28/5/08

CICLO NATURAL

¿A donde vamos?. Ni en toda la tierra ni en el cielo, ni sabios ni ilustrados lo saben...
A la1 de la noche, a las 2, a las 4 de la mañana y a partir de las 5 ya hay mucha gente que se mueve, se desplaza, trabaja, ponen en marcha los motores de sus coches, escuchan la radio, ven televisión, se conectan a internet... El rumiar del alterado ser humano no para ya ni de día ni de noche. Todavía recuerdo cuando no hace mucho las noches eran refugio exclusivo para el descanso y la quietud, la traquilidad y la reenergetización de todos los seres, en cambio hoy dia la locura colectiva del estrés y el consumismo nos hace descansar a medias. Una pelicula más, una página más de este libro, una copa más, una raya más... El gran miedo a la oscuridad acogedora de nosotros mismo al ir a dormir nos hace alargar nuestra actividad vital más, y más, y más.

Al amanecer y al atardecer nuestro ritmo interno, nuestras células y nuestra energía cambia, se transforma natural y automaticamente lo veamos o no. Queramos o no, tenemos un programa genético que sigue un orden natural equilibrado con nuestro entorno, con la noche y el día, con los astros, la atmósfera y el oxígeno que respiramos, sin embargo nos empeñamos cada vez más en un círculo que no para de girar.

Las noches ya no son quietud y silencio, nuestra forma de vida moderna se encamina hacia una espiral que no cesa tomando de donde no hay, desequilibrando y distorsionándonos por dentro y por fuera, se podría decir que cada vez tenemos más ansiedad y más prisa por hacer, por llegar, ¿por llegar a donde?.

Nos estamos volviendo como zombies incapaces de parar ni tan siquiera un momento, nuestro coche que debe ser limpiado para proyectar con él nuestra autoimagen a los demás, las horas extras para pagar nuestra ropa de diseño exclusivo, las noches de discoteca en busca de alguien que nos salve de nosotros mismos... Ya no tenemos tiempo para simplemente dejarnos ser tranquilamente en la dulce soledad del descanso merecido y, mientras tanto, cada vez consumimos más electricidad, más calorías innecesarias y más energía vital, más, más y más.

Alguien que debía ser sabio me dijo una vez: el secreto de una vida plena consiste simplemente dejar que cada cosa sea lo que debe ser en su tiempo y espacio, hay un tiempo para la acción, y otro para el reposo, ésta es nuestra naturaleza . Según mi opinión mientras no reflexionemos sobre esto y reconozcamos nuestras necesidades íntimas como seres vivos, seguiremos viviendo cada vez más como personas adormiladas, inconscientes, incapaces de apreciar la vida en su plenitud, embelesados con las luces artificiales de las discotecas o con el teclado de un ordenador marcando los latidos de nuestro corazón.


José Luis Villalonga

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