13/2/09

DIA DE LOS ENAMORADOS

Mañana es el día de los enamorados. Una creación más de la sociedad consumista en la que vivimos inmersos.
Nosotros, los monos fumadores, confundimos normalmente amor con dependencia. Esto es debido a que desde pequeños hemos recibido una educación competitiva y de dependencia hacia factores externos que manejan nuestra vida.
Así, no es ninguna barbaridad afirmar que la mayoría de las relaciones que conocemos, no son sino una mera transacción comercial, es decir, está basada en los principios más radicales del sistema capitalista, la ley de la oferta y la demanda.
En cierta ocasión un buen amigo al que quiero mucho, me preguntó que es lo que se hacía normalmente en los retiros de meditación Zen que suelo hacer varias veces al año. Le expliqué que dedicamos gran parte del día al zazen, la meditación, al trabajo para el mantenimiento del lugar, ayuda en la organización y en la cocina, pelar zanahorias, patatas... Mi amigo se echó a reir exclamando: ¡Anda que voy a ir yo a pelar zanahorias gratis!.
Este mismo amigo, dice estar muy enamorado de la que ahora es su mujer. Viajan juntos y comparten casa, cama y casi todo. Sin embargo me pregunto que sucedería si su pareja, decidiese algún día que ya no le interesa estar con él. Si le privase de golpe y porrazo de sus favores sexuales, su compañía, su apoyo, su presencia, ¿seguiría amandola por encima de todo?
Cómo explicarle a alguien que solo mira su ombligo que algunas personas sentimos que una buena forma de emplear nuestro tiempo, es acondicionar y construir un lugar, para que otras muchas puedan evolucionar espiritualmente y como personas. Cómo explicarle que no hay mayor libertad que hacer algo sin esperar nada a cambio, solo por el simple hecho de hacerlo, sintiéndolo en lo más profundo. Cómo explicarle que el trabajo en un templo, es un método excelente para ir más allá de uno mismo, del propio ego ilusorio que siempre busca el beneficio propio. Como explicarle que el verdadero amor no tiene nada que ver con el instinto posesivo, ese mismo instinto que a veces degenera despertando el instinto asesino. Realmente no se como explicárselo ni me importa, prefiero sonreir y seguir disfrutando de mi copa con él ya que, serguramente, la vida se encargará por sí sola de explicarselo mucho mejor que yo.
Amar, es ir más allá de uno mismo, de los propios miedos. Es una forma expansiva de la energía que somos, que debe fluir sin interferencias del "yo" estrecho y caprichoso que habita en nuestra cabeza. Esto no es una verdad universal, pero yo al menos así lo siento.
Y por último, decir también que amar no significa ser gilipollas.
¡¡Feliz día de los enamorados!!

José Luis Villalonga