22/5/08

HACEN FALTA MUCHAS PERSONAS COMO TU...


Hacen falta muchos bodisattvas, hacen falta muchos practicantes del Karate Do verdadero, hacen falta muchos músicos que disfruten con su instrumento en la manos sin importarles si ello les hará ganar dinero o no, hacen falta muchas personas practicando Yoga, Tai chi, escribiendo poemas, fotografiando paisajes. Hacen falta muchas inquietudes por descubrir y sobre todo mucha praxis.

Hoy más que nunca hacen falta personas compremetidas con algún tipo de práctica, personas que opten por una forma de vida creativa, fresca y con ganas de cambiar cosas. Hace mucha falta personas que creen las condiciones óptimas para que florezca la sensibilidad innata al ser humano, la sensibilidad hacia una puesta de sol, hacia la digna belleza de cada mujer, de cada hombre, la sensibilidad dulce hacia las necesidades de nuestros niños, y la paciencia y entrega hacia nuestros mayores.

Sin embargo, parece ser que nuestra mayor sensibilidad se demuestra con nuestro equipo de fútbol o cuando le hacen un arañazo a nuestro coche.
Cada vez son más personas las que se dejan arrastrar por la inconsciencia colectiva de nuestra forma de vida actual. Son más las personas que teniendo un potencial extraordinario para realizar todo tipo de acciones bellas, terminan por entregarse a todo tipo de automatismos nefastos y detestables. Sólo hay que observar el gesto de la mayoría de nosotros. ¿Cómo cerramos la pueta de casa?¿cómo nos colamos en las rotondas de nuestra ciudad devorando cuanto se nos pone por delante?¿cómo nos expresamos?¿cómo nos alimentamos?¿cómo hacemos todo...?

Deberíamos tomar de nuevo el control de nuestros gestos, de nuestras miradas, de nuestra forma de hablar, de nuestra forma de conducir, de nuestra forma de vivir.
A menudo suelo poner como ejemplo algo que seguro a todos nos ha pasado:
Esperando en un ceda el paso en cualquier punto de nuestra ciudad, a veces hay alguien que deja de “competir” con nosotros para “colaborar” con nosotros cediendonos el paso. El efecto de este simple gesto es inmediato, parece como si algo nos despertara dentro y luego somos nosotros los que cedemos el paso a otra persona y así formamos una cadena de “buen rollo”.
Quién espera en el ceda el paso, o quie está pasando usando su preferencia, no son ni egoístas hijos de... ni gente que quiere putearnos, ni alguien que quiere reirse de nosotros . Bajo mi punto de vista son simplemente personas inconscientes de la importancia de su falta de sensibilidad hacia los que les rodean y esa misma falta de sensibilidad, les hace no estar receptivos hacia la sensibilidad que los demás proyectan en ellos.

Por ello es muy importante que haya muchas personas dedicadas a prácticas que despiertan esa sensibilidad y la mantienen viva, para que esto no se convierta en una jungla donde todos queremos comerle el hígado al otro a la voz de sálvese el que pueda. Hacen falta muchas personas sensibles a los portazos, muchas personas sensibles al sonido innecesario del claxon a las 7 de la mañana, muchas personas que no llaman a sus amigos con una voz más parecida a un graznido que otra cosa, personas que no le echan el coche encima a alguien que está cruzando la calle. En definitiva hacen falta muchas personas como tú.
Los gobiernos deberían lanzar una campaña mundial que rezase: ¡Cuida y pon atención en el gesto, es tu responsabilidad!. Quizás así se evitarían otras muchas campañas de concienciación para problemas sociales que no son sino el resultado último de la falta de sensibilidad y atención en los gestos más simples y cotidianos.

José Luis Villalonga.

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