17/5/09

El disparo final en la Vía Láctea


El disparo final en la Vía Láctea
En el cielo profundo de mis masturbaciones
ocupas ese ámbito de deseo irrefrenable y voraz
Inagotable y tierno que te devora el sexo
aunque tú no lo sepas Tu cuerpo habita el mío

Y es tan mío como no pudo serlo allá
en la realidad Es mío cuando yo te deseo
De esa misma manera impalpable y eterna
como este libro es tuyo Como yo soy de ti

Habitamos el ocho Doble infinito
de los dos universos El 8 de los círculos
El que parece dos astros hermanos y gemelos
El que parece dos ojos Dos culos cercanos
El que parece dos testículos besándose

Cuando llegas a mi cielo estoy desnudo
y te gustan las columnas de mis piernas
para reposar en ellas Y te asombra
mi centro con su ímpetu y su flor erecta
y mi caverna de Platón carnal y gnóstica
por donde te escapas hacia la otra vida

Y en ese cielo te entregas a ser lo que verdaderamente
eres Agresión de besos Colisión de espadas
Jadeo que se estrella como un mar contra mi pecho
Locura de tus ojos orientales alumbrando
la aurora del orgasmo mientras tus manos
se aferran a mi cuerpo Y me dices
lo que yo quiero y respiras tan hondo
como si estuvieras naciendo o muriendo
Mientras nuestros ríos de semen crecen
y nuestra carne tiembla y engatilla su placer
hacia el disparo final en la Vía Láctea

En las sábanas de nuestro cielo hay nubes
perfumadas de axilas y delicados residuos
el amor En la almohada el hueco
que tu cabeza ha dejado oloroso a jazmines
Y en mi alma y mi cuerpo el inmenso dolor
de saber que desprecias mi amor

Oh tú por quien mi vida renació
dentro la lumbre de la muerte
.....
Raul Gomez Jattin, Colombia 1945 - 1997

12/5/09

ESTAR CONFUSO

Lao Zi dijo: “Puede que sea el único hombre confuso de todo el mundo. Todo el mundo parece tan seguro, menos yo”. Tenía razón. Era tan enormemente inteligente que no podía estar seguro de nada.

La confusión representa una gran oportunidad. Los que no están confundidos tienen un gran problema: creen saber, y en realidad no saben nada. La gente que cree poseer claridad, sufre un gran problema, su claridad es superficial. De hecho, desconocen lo que es la claridad. Quienes no piensan en profundidad lo tienen todo muy claro, por supuesto, en el sentido de que no cuentan con la inteligencia suficiente como para sentir confusión. Para sentir confusión se necesita una gran inteligencia.

Solo los inteligentes se siente confusos, los mediocres siguen haciendo esto y lo otro en la vida, sonríen, ríen, acumulan dinero, luchan por obtener más poder y fama. Si los observas te sentirás tal vez un poco celoso, parecen tan seguros de si mismos e incluso felices. Y tú estas ahí, confuso acerca de qué hacer y qué no hacer, de lo que es correcto y lo que está equivocado. Pero siempre ha sido así. Los mediocres siempre están seguros, lo más inteligentes sienten confusión y caos.

La confusión es una gran oportunidad porque te está diciendo que simplemente no hay salida a través de la mente, ahora es posible algo, algo de un valor inmenso, estás al borde. Si te siente muy confuso, significa que la mente ha fracasado. Ahora la mente ya no puede suministrarte ninguna certeza. Te estas acercando a la muerte de la mente.

Eso es lo mejor que puede sucederle en la vida a cualquier ser humano, la mayor de las bendiciones, porque una vez que te das cuenta de que la mente es confusión, más pronto o más tarde la abandonarás e incluso, si no lo haces, ella misma se encargará de hacerlo. La confusión será de tal grado que la mente caerá por si misma. Y cuando la mente caiga, la confusión desaparecerá.

No se puede decir que alcanzarás la certeza, porque esa palabra también pertenece al mundo de la mente. Así, cuando desaparece la confusión, también lo hace la certeza, y entonces simplemente tendrás claridad, tendrás transparencia.

El momento más bello de la vida de una persona es cuando no hay ni confusión ni certeza. Uno simplemente es. Lo que vale para hoy puede no ser cierto mañana, y lo que es correcto en una situación puede no serlo en otra. Las situaciones cambian continuamente, y por ello lo que necesitas no es una pauta fija de vida, sino una manera de ver, de forma que sepas cómo actuar de forma espontánea y cómo depender de tu propio ser.

Cuando no hay mente no puede haber futuro. Entonces este momento se convierte en todo, este momento es toda tu existencia, que empieza convergiendo en este momento, y el instante se vuelve muy significativo.