16/5/08

LA MOTIVACION PURA


Una joven cortesana del Japón feudal, quedó profundamente impresionada de un encuentro con un maestro zen.
Es por esto que decidió abrazar la vía dejando atrás su antigua vida.
Pidió al maestro recibir los preceptos y encontró en el maestro la siguiente respuesta:

"Aunque tu motivación es clara y sincera, debo negarme a tu petición. La razón es que tu belleza, avivaría el deseo en los hombres de las Shanga y la envidia en las mujeres"

Seguidamente, la joven tomó la plancha con la que cuidaban las ropas y la sostuvo contra su cara dejándola irreconocible.
Más tarde, cuando por fin recibió los preceptos que era su mayor anhelo, compuso este haiku:

"Antes en la corte, para entretenerme, quemaba incienso de orquídeas. Ahora, para entrar en la vía del Zen, enciendo mi propio rostro. Naturalmente pasan las cuatro estaciones, y en medio de este cambio yo no sé quién soy ..."

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