31/12/08

PALABRAS DEL SILENCIO

Durante zazen, pensar que la mente, el espíritu, reposa en la palma de la mano izquierda. Como si lo acunarais en su regazo. Dejaos descansar, dejaos ser... En la medida de lo posible generad una sonrisa delicada desde lo más profundo de vosotros mismos. Intentad generar empatía, comprensión, amor por sí mismo.

El maestro Deshimaru repetía constantemente: ¡Zazen, es pensar con el cuerpo!, pensar sin pensar, hishiryo.
El intelecto se agota corriendo de aquí para allá intentando comprender, atrapar aquello que no puede ser entendido con el intelecto. ¡Taitoku!, la sabiduría del cuerpo...
Cientos, miles, millones de pensamientos, acciones, palabras se han dado en cada uno de los momentos de la vida de cada uno de nosotros hasta encontrarnos hoy aquí, en este espacio y en este tiempo como un sólo cuerpo, un solo espíritu.
Así, se puede entender que aunque la caída del fruto del árbol se produce de forma súbita, el proceso de maduración hasta ese momento es un camino lento, preciso y silencioso. Algo ha madurado en cada uno de nosotros para sentarnos hoy aquí todos juntos en zazen. Sigamos pues creando las condiciones necesarias para que nuestro proceso de maduración de su fruto ilimitado para bien de todos los seres.

Palabras surgidas de mi corazón durante una sesión de zazen en la Herradera con un grupo de siete amigos y amigas.
José Luis Villalonga.

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