7/5/11

El Oeste

Los vaqueros han vuelto a matar el indio malo. Osama Bin Laden ha sido ejecutado por su maestro y el mundo, o al menos el mundo que nos muestran las grandes cadenas de "incomunicación", se relame de gusto con el vertigo de la venganza cumplida.
Después del co-atentado de las torres gemelas, la justificación perfecta para solucionar la precaria situación petrolífera de EE.UU., el terror hizo que, por el bien del mundo, los grandes países colonialistas pudieran elaborar todo tipo de nuevas armas con las que combatir al enemigo.
El recorte de los derechos de los inmigrantes, la total autoridad para irrumpir en la intimidad de cualquier persona, de tenernos a todos controlados con medios de seguimiento tecnológicamente revolucionarios, la fabricación de armas de ¿defensa? en grandes cantidades, y la autoridad para poder irrumpir en un país y ejecutar sin previo

No hay comentarios:

Publicar un comentario